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El mendocino se despidió tempranamente de la batalla por el título al sufrir problemas de motor en el Chevrolet. La corona quedó para Cotignola.

Diego Rafael Espósito – [email protected]

Falló en el momento que no tenía que fallar. Esa ilusión, que se había generado después de una etapa regular que costó más de la cuenta para poder ingresar al Play Off, se esfumó en la sexta vuelta de la última competencia final del año.

La que definía todo. La más importante para llegar con el pecho inflado al Turismo Carretera en la próxima temporada.

El rendidor Chevrolet lo dejó a pie por primera vez en el torneo decisivo, justo en la determinante carrera. A excepción de la séptima y décima fechas, en las que no pudo ver la ajedrezada por un múltiple toque en la segunda carrera de Termas de Río Hondo -que no pudo esquivar- y la rotura del impulsor en Rafaela, su unidad no se había detenido nunca. Ayer quedó en los boxes con el motor herido.

Se puso en cinco cilindros y Julián Santero tiró la toalla. El volante mendocino cayó de pie a pesar del dolor que significó no obtener el segundo título consecutivo con la misma estructura y el mismo auto que un año atrás lo consagró campeón en el TC Mouras.

Esta vez, La Plata no fue dulce.

Disfrutó mientras pudo

El segundo puesto que ocupaba en la grilla de partida, producto de la victoria en la segunda serie del pasado sábado, era suficiente para colocarse la corona porque Nicolás Cotignola, el líder del torneo, estaba partiendo desde la décima posición con su Torino.

En la largada no quiso entrar en roce con Valentín Aguirre (poleman y dueño del parcial más veloz) y se acomodó detrás de la Dodge para transitar tranquilo los primeros metros.

Sin embargo, el ex monarca de la Fórmula Renault empezó a perder terreno apenas cumplió la primera vuelta.

Tomás Urretavizcaya y Alan Ruggiero, que también tenían chances de campeonar, lo relegaron en la recta principal. Entonces, la cima del torneo pasó otra vez a manos del oriundo de Ituzaingó que, además, saltaba al octavo lugar tras superar a Joel Gassmann y Juan Martín Bruno.

Adiós a la Copa de Plata

Todo se desmoronó cuando el Chivo empezó a hacer ruido raro. Marcelo Agrelo, Sebastián Diruscio (también postulante) y Nicolás Pezzucchi lo pasaron. Pensar en el campeonato ya era una utopía. Dejó la última curva del Roberto Mouras y recurrió a sus mecánicos para tratar de solucionar el problema. Nada de eso sucedió.

El silencio se apoderó del Dole Racing. La unidad de nuestro crédito no arrancó más. El trazado que tan bien lo había tratado en otras oportunidades lo dejaba con toda la bronca encima, pero sabiendo que hizo hasta el último esfuerzo para ser campeón.

Un balancín no aguantó y entonces Cotignola manejó más suelto, aunque con calculadora en mano debido a que Aguirre ganaba y Diruscio intentaba ir para adelante.

A fin de cuentas, el usuario del Toro arribó séptimo y sumó los puntos necesarios para alcanzar la gloria en la telonera, sumando el segundo reinado al hilo de la marca tras el obtenido por Esteban Gini en 2015.

Con el deber cumplido

Para Julián queda la satisfacción de haber ganado dos veces en su primer año en la categoría (ambas fueron en Concepción del Uruguay), además de obtener una pole en Trelew, ganar tres series y lograr otro podio (fue segundo en el Mar y Valle chubutense).

Ahora es momento de descansar, sin dejar de pensar en el futuro que lo tendrá como debutante en la máxima y con el respaldo del equipo de los hermanos Jakos que apostó nuevamente al joven mendocino sin saber la marca que defenderá en 2017.

Julián Santero, mendocino del Dole Racing: “Son fierros y puede pasar; una lástima”

Los integrantes del equipo bajaron el capot del Chivo tras buscar el problema en el motor.

Como no había nada que hacer, se desajustó el cinturón de seguridad y antes de irse al box analizó lo sucedido: “Hace muchos años que corro y sé que son fierros y puede pasar; una lástima porque llegamos al Mouras con mucha ilusión”.

Inmediatamente, el nacido en Guaymallén hizo hincapié en el trabajo de su escuadra. “Estoy agradecido al equipo por el trabjo hecho durante todo el año, al Chino Martínez en los motores y a la gente que me acompañó”, afirmó Julián.

Más adelante, quien seguirá su campaña deportiva en TC (posiblemente con Torino) expresó que “no me voy con las manos vacías. Aprendí muchísimo arriba y abajo del auto; eso me deja más que satisfecho en mi primer año en el TC Pista”.

“Tratamos de buscar el mejor resultado posible, dependiendo de lo que hiciera Cotignola. No se pudo, pero fuimos protagonistas”, cerró Santero, siendo el mejor debutante y el más destacado con el moño dorado.