En muchos países, la Iglesia Católica celebra el día de San Julián. El mes de marzo es propicio para festejarlo en Antioquia (Turquía) y Toledo (España). En Argentina eso no sucede pero bien podría conmemorarse en Río Cuarto y Trelew, aunque en honor a dos pilotos nacidos en Mendoza.
Es que tanto Santero como Flamarique, cuyos padres eligieron ese nombre cuando ambos llegaron al mundo, se despacharon con brillantes resultados en sus respectivas categorías.
Si bien fue el arranque de temporada y quedan muchas fechas por delante, el joven oriundo de Guaymallén demostró que será muy difícil darle batalla en su tercer año dentro de la “escuela” de talentos llamada Fórmula Renault. Sin dudas, evidenció que es el gran candidato a llevarse la corona que peleó hasta el final en 2011 y 2012.
Siendo el referente de los monoplazas ya que lleva el número 2 que alcanzó en la victoria doble (obtenida en la última fecha de Potrero de los Funes), el ex monarca de Fórmula Plus aniquiló a sus rivales en el arranque de calendario.
Al dominio que demostró desde el viernes hasta el sábado (con pole incluida) se sumó la paliza que dio en la final compuesta por 17 pilotos, muchos de ellos debutantes.
Desde el arranque marcó el camino, a tal punto que en mitad de carrera tenía 15 segundos de ventaja en relación a Miguel Calamari, que accedió a la posición de escolta tras el despiste que Manuel Luque y Francisco Camarotta protagonizaron en la última curva, antes de cumplir la primera vuelta cuando marchaban detrás del volante del Werner Competición.
En todos los giros hubo récords de vuelta de nuestro representante y, al momento de caer la ajedrezada, el reloj marcó casi 25 segundos de diferencia con su coequiper.
Para Santero fue la sexta victoria en su historial y la tercera seguida contando el doblete puntano del año anterior. El objetivo no es otro que el título y Julián rindió con un “diez felicitado” tras el primer examen de ayer, en Córdoba.
Ocupó otro escalón del podio
Santero también puede ilusionarse con luchar por el torneo de TC 2000 que, desde ahora, lo tiene como protagonista. Apostando al Vitelli Competición se subió a un Renault Mégane II y logró la segunda posición en el día de su debut.
Nunca dejó de estar entre los mejores en los ensayos y la clasificación que lo dejó quinto al irse afuera. Se recuperó en el Súper 8 (igual al del Súper TC 2000) derrotando a Gianfranco Collino (antes, rival en Fórmula Renault) pero no repitió con Mario Gerbaldo, por lo que debió conformarse con alcanzar el cuarto puesto para la grilla.
Con pocos minutos de carrera fue a todo o nada contra Facundo Conta. La maniobra salió a su favor y se metió detrás del poleman Matías Milla y Gerbaldo. Después, avanzó otra plaza aprovechando un leve despiste del líder antes de que ingresara el auto de seguridad.
En la reanudación no pudo con el cordobés del Renault Fluence y debió cuidarse del kartista Milla, quien metió presión en el cierre pero no pudo con el enorme Julián.
Una máquina de pasar rivales
A 1.442 kilómetros del Imperio del Sur cordobés, más precisamente en la ciudad chubutense de Trelew, hubo una lección de manejo de Flamarique. En otra de las tantas competencias entretenidas que fecha tras fecha entrega la Clase 3 de Turismo Nacional, el piloto godoicruceño consiguió lo que jamás hubiese imaginado cuando observó la planilla de los registros y se encontró en un lejano 36° puesto al cabo de las dos clasificaciones.
Aferrado al volante del Peugeot 308 que alista Vittal G Racing Car, el ex campeón de Fórmula Súper Renault no sólo sumó puntos importantes para recuperarse del abandono en la apertura de La Plata, sino que además trepó al podio (fue el primero en sólo dos fechas con la marca del león) terminando a escasas 183/1000 de Fabián Pisandelli, quien resultó vencedor por primera vez en la clase mayor.
De los siete punteros diferentes que tuvo la segunda final del año y los numerosos pilotos que se mezclaron para batallar por la punta, Flamarique fue el único que terminó con el auto entero y sin huellas de la dura lucha. Eso habla a las claras del trabajo desarrollado.
Su loable domingo arrancó ante el avance en la tercera serie clasificatoria. Moviendo del duodécimo cajón llegó hasta el quinto lugar, lo que posibilitó que arrancara 14° en la competencia decisiva.
Los múltiples sobrepasos, las refriegas producidas delante suyo y algún que otro abandono posibilitaron su remontada. Ocupó casi todos los principales puestos excepto el primero e inclusive llegó a estar cuarto en la última vuelta, momento en el que aprovechó para meterse detrás del Chevrolet Cruze del pampeano Pisandelli.
Los puntos obtenidos en el sur argentino permitieron que Flamarique, de 29 años y con 10 más que su comprovinciano Santero, se prenda en la batalla por el sitio de honor del campeonato. Del 19° lugar saltó al sexto, ubicándose a 11 unidades de Marcelo González.
Desde ayer, Guaymallén y Godoy Cruz tienen su San Julián. El automovilismo de la provincia pisó fuerte con dos pilotos de pura cepa.
Julián Santero: doble podio en Río Cuarto
“Hacer dos podios en un mismo fin de semana es increíble. El Fórmula Renault anduvo de manera increíble y creo que si seguimos así tendremos varias alegrías con Werner”, sostuvo luego de su éxito con el Tito 02.
Además, indicó que “nunca me imaginé tener una ventaja tan amplia. Antes de la última fecha del año pasado pudimos desarrollar muy bien este auto, por eso dominamos tranquilos”.
Sobre su debut auspicioso en TC 2000, Santero tiró: “No puedo pedir más. Hicimos mucho esfuerzo para estar en ésta categoría y ser segundo es un premio al sacrificio. Sobre el final empecé a perder ritmo y era imposible alcanzar a Gerbaldo, así que me dediqué a cuidar todo”.
El león de Cáceres no aguantó las exigencias
Se había metido en la zona de puntos en su debut en la categoría. Todo marchó bien hasta la sexta vuelta, cuando el motor de su Peugeot 307 acusó inconvenientes. “Empezó a levantar temperatura y tuve que detenerme porque cortó el vigía”, aseguró Emmanuel Cáceres.
Marchando noveno en la final del TC 2000 en el autódromo de Río Cuarto, el sanmartiniano desertó en el momento que peleaba con dos conocidos de la Fórmula Renault. “Venía luchando con Gianfranco Collino y Roberto Arato hasta que el motor se fue en vueltas. Es una lástima porque estaba cumpliendo un buen trabajo”, dijo Peluche.
El integrante del Litoral Group agregó que “el sábado había tenido el mismo problema en ensayos. Ahora habrá que pensar en la próxima fecha”. Haciendo referencia al capítulo venidero, tendrá lugar el 31 de este mes sobre el circuito callejero de Buenos Aires, en el inicio del certamen de Súper TC 2000.
Julián Flamarique: segundo luego de largar 14°
“El podio es muy gratificante porque llega en apenas mi segunda fecha con el Vittal G Racing Car, al que debo agradecer por el gran trabajo hecho sobre mi Peugeot; de estar al fondo de los resultados en clasificación a pelear por el triunfo hubo una diferencia enorme que es fruto de su profesionalismo”, afirmó.
A su vez, el godoicruceño dijo que “el auto era excelente en su chasis y doblando rápido, pero al fondo de las rectas me costaba mucho contra los Fluence y los Cruze. Por suerte, las incontables maniobras contribuyeron a mi avance en la final”.
Sobre la carrera, indicó: “Lo bueno es que nos respetamos siempre. Fue áspera y entretenida. Estoy feliz por lo hecho”.
Hernández hizo podio en los Mini
Uno de los monarcas del karting local arrancó el año con el pie derecho. Se trata de Augusto Hernández, quien subió al podio en la primera competencia final llevada a cabo ayer por la Mini Challenge (ahora como telonera del TC 2000 y junto a la Fórmula Renault) en Río Cuarto.
El mendocino, que partió desde el quinto cajón y acumula dos triunfos en la categoría monomarca, avanzó hasta la tercera posición para escoltar a Richard Stuart Milne en una carrera muy accidentada. La victoria quedó para el monarca Patricio Morelli.
“Fue una carrera linda y exigente. Quiero disputar todas las fechas, pensando en pasarla bien con mi familia”, afirmó el rey de la Súper 4 Tiempos en el MZ Kart.
La prueba tuvo dos neutralizaciones tras el fuerte golpe de Gabriel Bianco por rozarse con Fernando Pigoni y el vuelco de Hugo Ballester al ser tocado por Cristian Nápoli que fue excluido.
Diego Rafael Espósito – Más Deportes – Diario Los Andes.
